Reunir a toda la familia no es tarea fácil, especialmente cuando algunos viven en el extranjero y otros están inmersos en el ajetreo de la vida en Bogotá. Pero este puente festivo, logramos hacerlo realidad. Éramos 12 personas en total, tres generaciones bajo un mismo techo, buscando ese anhelado descanso y tiempo de calidad en un lugar especial: Hacienda Nebraska en Zipacón, Cundinamarca.

Llegada: Un reencuentro lleno de abrazos y sonrisas

Desde el momento en que llegamos, supimos que este sería un fin de semana memorable. Hacienda Nebraska, con su cabaña amplia y acogedora, nos recibió con los brazos abiertos. Ver a los abuelos abrazando a los nietos que no habían visto en meses, escuchar las risas de los más pequeños mientras corrían por el jardín, y sentir la emoción de todos al encontrarnos en un lugar tan hermoso fue un momento indescriptible.

Viernes por la tarde: Instalándonos y explorando

Tras el emotivo reencuentro, nos acomodamos en la cabaña. La casa tiene espacio suficiente para todos, y cada rincón está diseñado para que uno se sienta en casa. Los niños corrieron a explorar los alrededores mientras los adultos se relajaban en la terraza con un café caliente. La tranquilidad de Zipacón es un bálsamo para el alma, y el silencio, interrumpido solo por el canto de los pájaros, nos recordó que estábamos muy lejos del bullicio de la ciudad.

Sábado: Un día lleno de aventuras para todas las edades

El sábado nos despertamos temprano, listos para un día lleno de actividades. Después de un desayuno compartido en la amplia mesa de la cabaña, nos dividimos en grupos. Los más pequeños, acompañados por algunos adultos, salieron a caminar por los senderos que rodean la finca. Esos caminos, entre praderas verdes y árboles frondosos, son perfectos para explorar en familia. Los niños recogieron hojas y frutos de eucalipto, y todos disfrutamos de la calma y la belleza del paisaje.

Mientras tanto, los abuelos decidieron quedarse en la finca, relajándose y disfrutando del aire fresco en el deck. Pero la aventura no terminó ahí. Después de la caminata, toda la familia se reunió para visitar algunos de los sitios turísticos de Zipacón. La primera parada fue la Virgen del Amor Hermoso, un lugar sereno y lleno de espiritualidad. Incluso los niños sintieron la magia del lugar, asombrados por la vista panorámica de las montañas.

Luego, nos dirigimos al Puente de la Burra, un sitio histórico que los abuelos recordaban de sus propias infancias. Caminar sobre ese puente antiguo, con su estructura de piedra y su importancia cultural, fue un momento de conexión con la historia de la región y con nuestras propias raíces.

Domingo: Relax en la finca y actividades en familia

El domingo fue un día de descanso y diversión en la finca. Después de un almuerzo en la zona BBQ, donde todos participaron en la preparación de la comida, nos organizamos para una tarde de juegos al aire libre. Los niños corrieron y jugaron fútbol en el campo, mientras los adultos se sentaron a conversar y disfrutar de la compañía mutua. Los más aventureros decidieron probar suerte en el ordeño de las vacas, una actividad que hizo reír a todos.

Al caer la tarde, encendimos la chimenea y nos reunimos alrededor del fuego. Las conversaciones se alargaron hasta la noche, recordando historias familiares, compartiendo anécdotas, y simplemente disfrutando de estar juntos. Los más pequeños terminaron agotados, quedándose dormidos en los brazos de sus padres, mientras los abuelos miraban con una sonrisa de satisfacción.

Lunes: Despedida con promesas de volver

El lunes, nuestro último día, llegó demasiado pronto. Sin embargo, nos fuimos con el corazón lleno de gratitud. Este fin de semana en Hacienda Nebraska nos había permitido reconectar como familia, redescubrir nuestras raíces y crear recuerdos que llevaríamos con nosotros para siempre. La cabaña había sido nuestro hogar lejos de casa, y Zipacón nos había dado el descanso y la tranquilidad que tanto necesitábamos.

Nos despedimos con la promesa de volver. Sabíamos que La cabaña de Hacienda Nebraska, con su encanto rústico y su naturaleza envolvente, siempre estaría allí para recibirnos de nuevo. Si buscas un lugar donde reunir a tu familia, escapar del ajetreo de la ciudad, y disfrutar de actividades para todas las edades, Zipacón y la cabaña son el destino ideal. ¡Hasta la próxima aventura!